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La muerte es desagradable; evitamos hablar de ella en voz alta; sin embargo, es la única realidad certera desde que nacemos. Así como aprendemos el abecedario, debiéramos aprender a relacionarnos con el tema de la muerte de una manera diferente, más realista, sincera e incluso aceptándola con gentileza y compasión.
Nuestro taller está inspirado en la experiencia de vida durante la etapa terminal, de vida, de mi padre quien caminó de la mano del cáncer hasta su último suspiro. Durante este tiempo pusimos en práctica herramientas poderosas del mundo de la tanatologóa occidental y oriental que nos permitieron unirnos como familia, aceptar la muerte sin resentimientos, y empezar a sanar para regresar a nuestras vidas, llenos de esperanza.
Esta es nuestra historia...
Mi padre fue un hombre muy saludable; no recuerdo un día en el que haya faltado a su trabajo debido a una enfermedad. Así fue prácticamente toda su vida hasta el año 2005 cuando, en el mes de marzo, fue internado en el hospital, por un malestar estomacal.
Luego de varios estudios, el médico de mi padre llamó a un especialista para corroborar sus sospechas. El diagnóstico fue contundente: cáncer. El oncólogo, que tomó el caso de mi padre, nos dio un pronóstico desalentador: “no más de seis meses de vida”.
La noticia nos cayó como un balde de agua fría y no supimos qué hacer, ni qué decir. La actitud del médico fue, en un principio, sumamente distante e impersonal, nos sentimos desorientados, como familia. Sin embargo, cuando le dimos la “mala noticia” a mi padre sucedió algo que no olvidaré. Nos dijo:“voy a luchar y voy a ganar esta guerra”.
A partir de ese momento decidimos acompañar a mi padre en su deseo de vivir.
Los arribos y partidas del hospital se hicieron cotidianos; a pesar de esto, la enfermedad se convirtió en un maestra de vida para nosotros, pues nos unió y permitió que nuestras relaciones interpersonales mejoraran significativamente.
Gracia sa su deseo por salir adelante, mi padre prolongó su vida dos años más del pronóstico inicial. Los médicos que lo atendieron no dejaron de mostrar su admiración por él y su filosofía de vida que decía así: “Nunca te rindas, los milagros ocurren cada día”.
Sin embargo, la lucha no fue fácil y, como familia, logramos poner en práctica el aprecio para demostrar nuestro cariño y entendimiento en todo momento.
Finalmente, durante la madrugada del 10 de agosto de 2007 mi padre falleció en casa, rodeado de quienes le querían y lo atendieron en sus últimos días. La partida de mi padre se dio en una atmósfera de paz en donde pudo despedirse de nosotros y expresar el amor que tanto nos tuvo a lo largo de su vida.
Esta experiencia nos ha movido, como familia, a compartir aquellos aspectos fundamentales para acompañar a un enfermo, terminal, en su proceso de morir. Durante ese difícil periodo pusimos en marcha diversos conocimientos para ayudar al enfermo, y ayudarnos como familia, incluídos, algunos principios de la filosofía budista.
Gracias a la inspiración y motivación del Dr. Felipe Martínez Arronte, tanatólogo que vio a mi padre en dos momentos importantes de su enfermedad, es que formalizamos este taller en donde compartiremos algunas herramientas útlies para atravesar esta realidad, de una manera más humana y gentil.
Esperamos que nuestra experiencia y métodos puedan ser de beneficio a muchas familias con el objetivo de integrar la realidad de la muerte, a sus vidas, de una manera familiar y constructiva.
En este taller lograrás:
-Identificar algunas de las visiones culturales que existen sobre la muerte.
-Identificar de dónde proviene el conocimiento (o desconocimiento) de la muerte.
-Darte cuenta de tus propios miedos en torno a la muerte y su proceso.
-Hacerte consciente del papel que juega la familia y el equipo médico que trata a una persona en estado terminal.
-Conocer algunos principios fudamentales para acompañara un ser querido en su tránsito rumbo a la muerte.
-Comunicarte con aprecio y empatía hacia el enfermo terminal.
-Darte cuenta de la importancia de despedirte y sanar tu relación con la persona que vive en estado terminal.
-Comprender las etapas del duelo.
-Implementar herramientas sencillas de meditación para trabajar con los aspectos relacionados con la muerte: el duelo yel dolor que acompañan esta experiencia.
-Incorporar el carácter natural de la muerte, en nuestra vida cotidiana, como algo familiar.
El taller de tanatología está muy bien
Anónimo
Curso Taller de Tanatología - Octubre 2011