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Antes que nada tenemos que entender la diferencia de una rama y de otra, ¿Qué es la criminología y qué es la Criminalística? Debemos entender la diferencia entre una ciencia y la otra, en forma breve pero concisa: la primera se ocupa de investigar el "cómo" y el "quién" de un presunto delito, la segunda de investigar el "porqué", en el plano profesional, la unión de los profesionales en ambas ciencias es lo que ofrece las respuestas completas a todas las preguntas planteadas tras un crimen, por eso, se complementan, y los investigadores de ambas partes tienen que estar muy bien preparados.
La criminalística es un rubro profesional que apunta a realizar un conjunto de investigaciones para determinar, frente a cada situación, si hubo delito o no, y qué clase de delito fue. A su vez, el criminalista se dedica a identificar a los partícipes del crimen y recopilar la evidencia de su culpabilidad. Estas pesquisas se realizan tanto en el lugar de los hechos como en el laboratorio, donde se ponen en práctica diversas disciplinas como química y biología, al servicio de la justicia.
Con la obtención de este título de Licenciado en Criminología y Criminalística obtenido en la Universidad Octavio Paz, estarás capacitado para el acceso a diversos ámbitos profesionales, tanto públicos como privados.
Analista y asesor criminólogo como profesional independiente: tanto en el trabajo conjunto con despachos de abogados, como a través de su incorporación a oficinas, observatorios y despachos especializados en Criminología para el asesoramiento sobre los medios de prevención, vigilancia y control de los delitos, podrá realizar su asesoramiento a despachos profesionales, instituciones públicas o privadas, así como a clientes particulares a través de distintos tipos de informes criminológicos: desde la revisión de un caso completo, a la revisión de un aspecto concreto o parcial del mismo.
Administración de Justicia: no sólo porque supone una perfecta formación para superar las oposiciones y promoción interna de los técnicos de la Administración de Justicia, sino porque permite ejercer de asesor y perito criminológico freelance (conforme a los requisitos de ley) en los Tribunales de Justicia.
Seguridad pública: el criminólogo puede optar por aplicar sus conocimientos en el ámbito de la seguridad ciudadana pública, a través de la realización de los pertinentes concursos de oposiciones a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o Policías Locales. La Carrera Universitaria copa los requisitos fundamentales de formación para la preparación de las oposiciones de acceso a la profesión policial y la propia promoción interna dentro de los estamentos de seguridad ciudadana, local y nacional.
Fuerzas Armadas: en el caso de acceso a las Fuerzas Militares el estudio de la realidad criminológica también puede resultar indicado para la formación específica en áreas como la seguridad nacional y el fenómeno del terrorismo o la cooperación transnacional en la lucha contra determinados tipos de delitos. La Carrera Universitaria puede ser un complemento para los destinos militares especializados, así como para la promoción interna en la carrera militar.
Seguridad privada: un campo abierto y de gran demanda laboral, desde el conocimiento de los modernos sistemas de seguridad informática y video-vigilancia, sistemas de alarma, técnico en las agencias de seguridad privada, hasta la propia dirección de empresas de seguridad privada o ejercer la profesión de detective privado. La Carrera Universitaria ofrece los conocimientos y la formación necesaria para superar fácilmente los cursos de especialización necesarios para el ejercicio de estas profesiones.
Instituciones Penitenciarias: la labor del criminólogo resulta esencial en el diseño del tratamiento más adecuado a cada tipo de delincuente, con el fin de su resocialización o en las tareas de evaluación y pronóstico de los internos, informando sobre la concesión o denegación de permisos de salida. Otra de las posibles salidas para el criminólogo dentro del ámbito penitenciario y post-penitenciario será ejercer como agente de libertad vigilada o miembro de los equipos establecidos en los Centros de Inserción Social.
Delincuencia juvenil: entre los componentes de los equipos técnicos podrán también incorporarse de modo temporal o permanente otros profesionales relacionados con las funciones que tienen atribuidas (órgano auxiliar del Juzgado de Menores, prevención, tratamiento, mediación, análisis del perfil criminal del menor, etc.), cuando las necesidades planteadas lo requieran y así lo acuerde el órgano competente. Esta prerrogativa abre las puertas a la inclusión del criminólogo en los Equipos Técnicos de la legislación penal de menores. Asimismo, en los centros de internamiento de menores el criminólogo forma parte del equipo encargado de la labor de reeducación de los menores delincuentes.
Empresa privada: con el reconocimiento de la responsabilidad penal de las personas jurídicas se hace necesaria la participación de los criminólogos en la prevención de la delincuencia económica corporativa, el diseño del Corporate Compliance (Corporate Officer) y la dirección de los departamentos de seguridad interna.
Atención a las víctimas y mediación: los nuevos procesos restaurativos no se agotan con la mediación penal, pero tal vez esta sea la más reconocida de todos. Las nuevas respuestas “evolucionadas” al fenómeno delictivo se han abierto paso en nuestra legislación penal. La Justicia Restaurativa mantiene una importante relación con la Criminología pues el conocimiento del delito, el delincuente y la víctima serán fundamentales en los procesos de resolución de conflictos complementarios o alternativos al proceso penal formal. Por otra parte, por sus conocimientos en victimología, está capacitado para prestar la atención especializada que requiere toda víctima en las oficinas destinadas a su ayuda y orientación, dependientes de la Administración de Justicia.
Peritaje judicial y ciencias forenses: la Criminalística es una ciencia unida intrínsecamente al fenómeno delictivo y el esclarecimiento de los hechos. Los modernos planes de estudio de las Carreras Universitarias en Criminología y Criminalística conllevan el estudio de las denominadas ciencias forenses entendiendo que su práctica conjunta es necesaria para la ampliación de los conocimientos del criminólogo. Dentro de esta rama específica pueden encontrarse multitud de salidas profesionales, dependiendo de la especialidad de investigación a seguir posteriormente: desde el clásico peritaje en investigación de incendios, balística, dactiloscopia, técnicas de observación en la escena del crimen, documentoscopia o grafología, entomología forense, hasta las modernas técnicas de peritaje informático, dispositivos móviles, simulación virtual del hecho delictivo o genética forense, pericial de arte, etc.
Comunicación y transparencia: actualmente los "mass media" acaparan la atención de la ciudadanía. En una cuestión tan delicada como es el hecho criminal, la labor periodística exige un rigor conceptual y un bagaje de conocimientos que difícilmente puede alcanzarse sin el asesoramiento del criminólogo. Muchos programas de televisión han incorporado a sus tertulias y programas de divulgación a criminólogos para realizar el seguimiento de casos delictivos de actualidad.
Pedagogía y asesoramiento: la labor del criminólogo como asesor para el tratamiento y prevención de la violencia en menores (bullying y cyberbullying) en los colegios, violencia intra-familiar, mediación familiar y violencia de género, etc., ya se ha convertido en un requisito indispensable en muchas instituciones. En otras áreas es igualmente importante la labor de asesoramiento criminológico: prevención situacional (diseño urbanístico), prevención del delito y seguridad ciudadana en Ayuntamientos, prevención del delito en la estructura asociativa de los Municipios, etc.
Finalmente, en el ámbito universitario, puede optar por la formación como investigador y, en su caso, como personal docente. Su tarea será desarrollar nuevas teorías sobre la etiología del delito, los perfiles criminales, tipologías delictivas, realizar investigaciones empíricas en los distintos sectores de la criminalidad y la prevención al delito, etc., con la intención de transmitir y aportar nuevos hitos en la ciencia. La transferencia del conocimiento criminológico a la comunidad social tendrá un impacto directo en el diseño de las políticas públicas de prevención de la delincuencia, los medios de control social, el tratamiento de la delincuencia y la confección de una política criminal informada y eficaz.