En la década de 1970 las empresas empezaron a considerar la variable ambiental dentro de sus procesos productivos. Hasta entonces, los daños producidos al medio no eran internalizados y se consideraba el ambiente como una interferencia, como un obstáculo más dentro del proceso productivo.
En este contexto, la gestión ambiental de futuro pasa por incluir los costes ambientales dentro de los costes de producción, gracias a instrumentos normativos cada vez más rigurosos y también, -por qué no decirlo-, por la necesidad de considerar al medio ambiente como una oportunidad de negocio, es decir, como una herramienta más de marketing para diferenciarse de la competencia.
Desde un enfoque eminentemente práctico, el programa de ISO 14001 proporciona las pautas para implantar de manera eficaz un Sistema de Gestión Ambiental según la norma ISO 14001 en la empresa y, a la vez que se consigue una actividad sostenible, optimizar los recursos y, con ello, ahorrar dinero.